La incidencia del cáncer colorrectal en Ecuador es de 12.9 casos por cada 100,000 habitantes, con un mortalidad de 6.4 casos, se encuentra en quinto lugar entre todos los tipos de cáncer en el país.
El cáncer colorrectal es prevenible y tratable si se detecta a tiempo. Las pruebas de detección, la modificación de factores de riesgo y el acceso a tratamientos adecuados son esenciales para mejorar los resultados y reducir las muertes asociadas a esta enfermedad.
Hoy, el Doctor Yared Núñez residente en cirugía general en el Sanatorio Adventista del plata nos habla un poco sobre este mal tan indeseado y como podemos prevenirlo.
Factores de riesgo
Edad: Mayor riesgo a partir de los 50 años, aunque hay un aumento en los casos de personas más jóvenes.
Historial familiar: Antecedentes familiares de cáncer colorrectal o pólipos adenomatosos aumentan el riesgo.
Enfermedades inflamatorias intestinales: Enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa incrementan el riesgo.
Estilo de vida: Dieta alta en grasas, baja en fibra, sedentarismo, tabaquismo y consumo excesivo de alcohol.
Syndromes hereditarios: Síndromes como la poliposis adenomatosa familiar (FAP) o el síndrome de Lynch.
Pruebas de detección
Colonoscopía: El método más eficaz para detectar pólipos y cáncer en las primeras etapas. Se recomienda a partir de los 50 años o antes si hay factores de riesgo.
Prueba de sangre oculta en heces (FOBT): Detecta pequeñas cantidades de sangre en las heces, lo que puede ser indicativo de cáncer o pólipos.
Sigmoidoscopía: Examen que visualiza solo la parte inferior del colon. Se usa como alternativa a la colonoscopía, aunque es menos completa.
Prueba de ADN en heces: Busca cambios en el ADN que pueden estar relacionados con el cáncer colorrectal.
Síntomas a vigilar
En las primeras etapas, el cáncer colorrectal puede no causar síntomas. Sin embargo, a medida que avanza, pueden aparecer los siguientes signos:
Cambios en los hábitos intestinales: Diarrea, estreñimiento o cambios en el tamaño de las heces que persisten durante varios días.
Sangrado rectal o sangre en las heces: Puede ser de color rojo brillante o tener apariencia de heces oscuras.
Dolor abdominal: Calambres, gases o dolor en el abdomen.
Debilidad o fatiga: Los cánceres colorrectales a menudo causan pérdida de sangre, lo que puede provocar anemia.
Pérdida de peso inexplicable: Reducción del apetito y pérdida de peso no intencionadad.
Educación y concienciación
La prevención del cáncer colorrectal implica tanto cambios en el estilo de vida como la realización de pruebas de detección periódicas:
Dieta y ejercicio
Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y fibra, y baja en grasas saturadas y carnes procesadas.
Mantener un peso saludable y realizar ejercicio regular disminuye el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
Dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol
Fumar y el consumo excesivo de alcohol aumentan el riesgo de cáncer colorrectal, por lo que es recomendable evitar o limitar su consumo.
Pruebas de detección periódicas
Las pruebas de detección, como la colonoscopía, son cruciales para detectar pólipos y cáncer en sus etapas iniciales.
Las personas con antecedentes familiares o factores de riesgo deben comenzar las pruebas de detección antes de los 50 años y repetirlas según las recomendaciones de su médico.
El pronóstico del cáncer colorrectal depende en gran medida de su detección temprana. Si se diagnostica en las primeras etapas, la tasa de supervivencia a 5 años es superior al 90%. Sin embargo, si el cáncer se detecta en etapas más avanzadas, la tasa de supervivencia disminuye considerablemente. La clave para mejorar las probabilidades de supervivencia es la detección temprana y el tratamiento adecuado.
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